lunes, 20 de agosto de 2012

Muerte

Con un desempeño precoz hurto tetas a sus congéneres y creció a la sombra de una agria lactancia.
Con su reputación fundada al grito de mujeres y niños después, ajó su porvenir destinado a sigo mismo.
La sensibilidad numérica habría de catapultarlo al fracaso emocional, vacío de tacto afectivo, repleto de felicidad perecedera.
Con retratos de madres muertas festeja en soledad sus rentables decisiones acertadas y onomásticos desapercibidos.
La progenie que "habría sido" no reclama beneficios en nocturnas poluciones ni en principios de erecciones de roces en transporte público.
Con un féretro prepago y una vida por vivir, vive poco y sin amar, mientras cree ser feliz.
Le teme a Caronte.
Acredita pasaje hace rato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario