domingo, 7 de octubre de 2012

Concubino

Tres días tenía el lustro inaugural del segundo milenio.
Yo estrenaba trabajo, domicilio y amigo.
Él me comentó la posibilidad de asistir a un ágape.
Como buen visitante acepté. Por eso de las ofensas más que nada.
Después nos fuimos de gira y trabajamos dos años juntos.
Seguidamente concubinamos un tercio de media docena de lindas primaveras.
Me gustaba su responsabilidad que se suspende por lluvia.
Cuando pienso en lo correcto no me viene a la memoria.
Cuando paso mucho sin verlo rejuvenezco de tristeza.
Cuando nos encontramos desperdiciamos el tiempo y derrochamos la vida.

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