domingo, 12 de marzo de 2017

Fisgón

Padezco de razonable buena memoria. En varios aspectos, pero especialmente rostros de gente. No me refiero a salir a la calle y memorizar a cuanto ser humano se me cruce, me refiero a las personas que de algún modo hicieron que me detenga a observarlas. Todo el tiempo cruzo gente que conozco y en los casos que no logre descifrarlos me obliga al ejercicio de dilucidar de donde vienen. Al final siempre logro arribar ese lugar. Siempre. Algunas veces sucede rápido y otras no tanto. Es un tanto engorroso tener que hacerlo y no poder pensar en otra cosa hasta no tenerlo. Como hace unos días cuando manejaba en mi auto y vi a un tipo que hace seis años pasó por mi casa ofreciendo levantar medianeras en el patio que linda con el de los vecinos. Simplemente pasó y ofreció su servicio, y no lo volví a ver hasta hace unas semanas. Lo saqué al instante y seguí manejando con cierto orgullo. Hace un rato vi a un chico que había cargado un camión de frutas hace doce años cuando trabajaba en una empresa empacadora. Estaba limpiando una moto con un plumero. Me sorprendió verlo con no menos del doble de kilos que en aquel entonces, creo que se llamaba Iván. Hace unos días en el jardín de mi hijo me encontré con alguien detrás de unos anteojos negros que hace unos ocho años levanté en la ruta. Era español y había venido medio escapado por meterse en problemas con unos tipos pesados. También recuerdo su nombre. Me acerqué para investigar. Su acento corroboró que estaba en lo cierto y me liberó de la angustia que sufro durante el proceso identificatorio. Las fiestas populares, los recitales, los supermercados, las ferias regionales, las terminales de colectivos, etc, son lugares especialmente predilectos para este tipo de ocurrencias. En todos los casos disfruto desde el lugar de niño fisgón, jugándome, como quién lo hace a las cartas, que el sujeto bajo la lupa es incapaz de contar con una memoria como la mía, pasando en algunos casos cerca o parándome a su lado, llegando en casos aislados a hablar con el individuo.
Hasta el momento nunca he sido descubierto.
Ya encontraré un cretino como yo.

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