Descargas de ideas recargadas de ironía pero con la certeza de no poder no expresar la subjetividad propia de un tozudo convencido, tratando en vano de fracasar por completo en el mal llamado arte de decir diferente.
martes, 1 de marzo de 2016
Envidia
Cómo los envidio.
Los envidio profundamente.
El hecho que sean incapaces de percibirlo multiplica mi asistencia envidiosa.
Nada les produce bronca, y para más decepción, nada les produce envidia.
Los más grandes filósofos paridos por la historia mundial no han podido imitarlos, ni siquiera con un porcentaje ínfimo de éxito.
Con el mismo ímpetu que supone la vida, nacen cada mañana para sucumbir por las noches, después de haberlo dejado todo.
Los grandes canallas que elaboran nuestras guerras orinando champagne, carecen de su divino tesoro.
Ellos nos enseñan desde su vulnerabilidad.
Ellos despedazan nuestras frustraciones.
Ellos viven el hermoso Mundo de Sofía.
Ellos morirán antes de morir.
En el exacto momento en que ocupen nuestro lugar.
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