Como buen mal actor de mis acepciones personales y muchas más veces que menos, distante como el síntoma y la causa, trato bastante en vano mediante teorías, axiomas, antinomios y dogmas, de amasar la escasa posibilidad de no perderte.
Genuflexo, ambidiestro, agridulce y carcamán.
Las cosas por su nombre son puñales de verdades.
En el canto de la cornisa duermo siestas embriagado.
En el llanto del día después muere el ego y deja un huevo.
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