lunes, 23 de abril de 2012

Tus lágrimas no provocan las mías Marcela Noble Herrera

Te pareció un atropello que en el allanamiento se llevaran tus pertenencias más personales? Incluyendo a tus bombachitas?
Hace treinta y pico de años con tu mamá sanguínea hicieron lo mismo, una y otra vez, pero aquella vez fue ilegal. Ilegal como tu apropiación. No se pide la restitución a una abuela que seguramente ha tenido una vida de mierda, primero por matarle a tu mami y segundo y perverso por escuchar tus palabras y las de tu hermano opa.
Nadie te va a arrancar esta vez de tu ilegal mamá del corazón ni de su ilegitimo dinero, no temas por eso. Solo se quiere comparar tu doble hélice de ADN y la de Felipito con la de sus abuelas para llevar paz mediante la justicia a unas familias destrozadas hace ya mucho tiempo.
Aunque vos ni Felipe lo sepan son victimas del Proceso que enriqueció a Ernestina, y son el ejemplo mejor dado de lo que se suele llamar como “El síndrome de Estocolmo”. Algún día seguramente volverás sobre tus pasos e intentarás descubrir la sangre que te circula, también seguramente será un tanto tarde para estas desgastadas abuelas, pero habrás hecho lo correcto.

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